
Nuestro foco principal fue tomar lo que el pasado nos ofrecía y darle la oportunidad de pertenecer a un presente, sin olvidar los elementos naturales para el disfrute -generalmente dejados de lado en la búsqueda por la innovación en una ciudad moderna- como el agua, la vegetación, la ventilación e iluminación natural que son, al fin y al cabo, los únicos capaces de dar vida a todos los espacios inanimados creados por el hombre, para transformarlos en espacios con memoria, pasado y una historia que contar.
Nuestro primer paso fue cerrar la fachada frontal abierta, construyendo un muro y dándole así vida propia, obligándola a vivir hacia adentro. Paradójicamente, para ingresar hay que “salir” a uno de los cuatro jardines internos, cada uno ubicado en un punto cardinal y con un color específico que nos recuerda la trayectoria del sol.
Estos patios son además, los puentes de comunicación entre los distintos ambientes de la casa, permitiéndole a sus habitantes establecer un estrecho vínculo entre el exterior y el interior. Todos los ambientes se acomodan en torno a estos cuatro patios, “adueñándose” cada uno de un paisaje distinto e interactuando con el mismo. La carencia de cerramientos permite una ventilación continua y espontánea, que impide pasar por alto las enormes hojas de las plantas tropicales.
En su interior, la naturaleza se transforma en elemento tectónico para darle paso a los pisos de puy, teñidos color café y curados con cera virgen. Sin temor, se exponen a las inclemencias del tiempo, el sol y la lluvia, con el fin de recibir esas huellas que mañana serán la memoria de sus vivencias.
Revisando las imágenes mucho después de terminada la casa, nos dimos cuenta de que existía una gran similitud entre la acercamiento a la naturaleza utilizado por C.R. Villanueva en su casa de habitación en Caracas y el que utilizamos en nuestro diseño de la casa 3.1.6. esto es, una idea similar al concepto japonés “shakkei” de enmarcar el paisaje.
Our main focus was on taking what the past has to offer and giving it the opportunity to belong to a present, without forgetting the natural elements for enjoyment -generally set aside on a city’s pursue for innovation- such as water, vegetation, natural ventilation and lighting, which are, after all, the only ones capable of providing life to all the inanimate spaces created by man, to transform them into venues with memory, a past and a story to tell.
Our first step was to close the open front facade, building a wall and thus giving it a life of its own, forcing it to live inward. Paradoxically, to enter you have to “go out” into one of the four internal gardens, each located at a cardinal point and with a specific color that reminds us of the sun’s trajectory.
These patios are also communication bridges between the different rooms of the house, allowing its inhabitants to establish a close link between the exterior and the interior. All the rooms in the house are arranged around these four patios, each one “taking over” a different landscape and interacting with it.
Inside, nature is transformed into a tectonic element to give way to Puy floors (an autochthonous wood), stained brown and cured with virgin wax. Without fear, they expose themselves to the inclement weather, the sun and the rain, in order to receive those traces that tomorrow will be the memory of their experiences.
Looking back at the pictures long after the house was completed, we realized that a strong similarity existed between the approach towards nature in C.R. Villanueva’s home in Caracas and the one we used in designing 3.1.6. - that is, a similar idea to the japanese Shakkei concept of framing landscapes.












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3.1.6
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familia Omaña-Gamus
Omaña-Gamus family -
vivienda unifamiliar
family home -
Sebucán, Caracas, Venezuela
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completado
completed -
300,00 m2
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legórburu&gonzález arquitectos
luisa gonzález
gustavo luis legórburu -
fotografía / photography :
mauricio donelli